El Viaje de Abraxas, una novela negra ambientada en el Camino de Santiago
Es la nueva obra de Armando Murias que ha sorprendido en el panorama editorial. La novela desarrolla un ingenioso argumento que retoma la vieja simbología de los autos sacramentales y la condimenta con las exigencias del género.

Adán y Eva son expulsados del club de alterne El Edén mientras millones de españoles contemplan cómo el gol de Iniesta sube a la gloria al fútbol español. Es julio de 2010, año Xacobeo. Estas son las frases introductorias de ”El Viaje de Abraxas”, una road movie literaria que combina thriller con ingredientes legendarios, esotéricos y religiosos. Es la nueva obra de Armando Murias que ha sorprendido en el panorama editorial.
La Librería Cervantes de Oviedo o el Ateneo Jovellanos de Gijón han sido los lugares de presentación de El Viaje de Abraxas, la nueva obra de Armando Murias (Caboalles, 1955) que, tras un lustro de silencio editorial, vuelve a la palestra de la mano de Ediciones Oblicua en la Colección Alejandra. La novela desarrolla un ingenioso argumento que retoma la vieja simbología de los autos sacramentales y la condimenta con las exigencias del género.
En El Viaje de Abraxas, Murias narra la huída desenfrenada de una pareja de mal vivir, inmersa en el alcohol y las drogas, Escapan de un burdel llamado “ El Edén» situado en un cruce de caminos próximo al polígono industrial de El Gamonal ( Burgos) ” en el que se conocen de forma accidental: uno como cliente y ella como prostituta cuando uno huye de un asesinato y ella aparece desnuda en su coche. Sus nombres: Adán y Eva, así es como ellos mismos bautizan, expulsados del Edén y teniendo que aprender a vivir en una esfera de la vida que les es totalmente ajena.
A partir de ese instante, ambos, el matón y la prostituta, una mujer de carácter y un background tormentoso, pero rebosando vitalidad, comienzan un trayecto común hacia ninguna parte pero que les llevará a una Compostela aúrea, porque la pareja decide mezclarse con la marea humana que fluye por el Camino de Santiago en julio de 2010, año Xacobeo y mes en el que el fútbol español alcanza la gloria con el gol de Iniesta. Mientras los peregrinos viven la senda jacobea como camino iniciático-espiritual, ellos arrastran un sórdida historia con pasiones terrenales.
El desarrollo y final de la novela dejamos que el lector lo descubra.
Presentación de la novela.
Armando Murias Ibias nace en Caboalles,1955 de familia gallega y vive en Oviedo. Es doctor en Filología Hispánica y profesor de Literatura. En el campo de la investigación filológica y literaria, ha publicado, entre otros títulos, «Anglicismos nel vocabulariu mineru» (2006) y «Fetichismo en la literatura» («2011).
En la creación literaria, es autor, entre otras, de las novelas «Nómadas» (2005), «El día que me quieras» (2007) y «Chantaje en carnaval» (2014), Ha puesto en escena una decena de obras teatrales y varios premios avalan sus relatos. Dirige en la actualidad la revista Literarias, perteneciente a la Asociación de Escritores de Asturias,y dirige su blog llamado El GamusinoLiiteratura y Natura.
El Viaje de Abraxas no es su primera road movie literaria. En cierta manera, la vida de Murias es una road movie vital y profesional que ha basculado de la minería a ser comercial, mecánico, camarero, marino, lector de español en Viena, incluso monaguillo, para acabar siendo filólogo, escritor y profesor de universidad. «Una vida interesante no lo convierte a uno en creador pero sí sirve como nutriente para poder elaborar una obra, acaso más consistente, porque la realidad suele superar cualquier ficción», ha admitido.
En 2003 sorprendió ganando el Premio Letras con Los Zapatones del Quincallero, probablemente la mejor novela corta de la década en la que el protagonista tambien recorre el norte de España en un carro, acompañado por una mula, un loro y un mono. Cada uno de estos personajes representa la fuerza bruta, la locuacidad y la filosofía. En ella aparecía definido ya el estilo de Murias, fluído manejo del lenguale, exquisitez literaria con saltos de lo erudito a lo popular y un gusto por la aventura y los ambientes marginales, no en vano, se ha declarado devoto de “tres tullidos geniales de la literatura española: Cervantes, Quevedo y Valle-Inclán”, grandes escritores que se embarraron de realidad, y que conocieron de primera mano cómo es el mundo”. @mundiario
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