En esta situación de pandemia a causa del coronavirus, hay dos campos semánticos que usamos con mucha frecuencia: el bélico y el montañero. En el campo semántico de la guerra abundan términos como alarma, guerra, batalla, lucha, combate, victoria, derrota, enemigo, etc. En el campo semántico del montañismo usamos cumbre, pico, sierra, valle, etc. Pero quizás la palabra más empleada (y llamativa) sea desescalar, a pesar de no estar recomendada por la RAE porque la considera un calco del inglés to escalate. Nuestro sustantivo castellano escala procede del latín con el significado de escalera y en la actualidad tiene 10 acepciones. De él procede el verbo escalar, también con varios significados, pero con predominio del valor del ascenso, que es el que tiene en el mundo montañero, con un significado muy preciso, diferente a ascender o trepar. El antónimo se suele formar con un prefijo trepar/destrepar, ascender/descender. En el ámbito alpinista se dice que un pico se escala, pero la bajada se hace rapelando (con cuerda) o destrepando (con pies y manos). Por tanto, desescalada no existe en el mundo montañero. No es más que otra muestra del colonialismo cultural que nos viene a través de la lengua del imperio. En español tenemos sinónimos como disminuir, rebajar, descender, reducir, atenuar, distender, mitigar, aliviar, relajar y alguna más para decir lo mismo.
Para seguir con el mundo montañero, todo el mundo sabe que los mayores peligros están en el descenso. A ver si nos libramos de ellos en la tan (mal)nombrada desescalada sanitaria.
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